La vida cotidiana de los inmigrantes .

Hola chicos. 

 Para continuar con la vida cotidiana de los inmigrantes les presentaré  un relato de una familia italiana que recide en Argentina.

Relato:

LA VIDA DE ANGELO


Con mi familia vinimos de nuestra bella Italia en un gran barco, cruzamos todo el océano para llegar a la Argentina.


Cuando llegamos todo fue un desastre, como veníamos muchas personas de distintos países, los que nos recibían muchas veces no nos entendían. Pero por suerte lograron entender que mi papa era jornalero, entonces dejaron que nos quedáramos en un hotel que no era muy lindo, pero por lo menos teníamos para comer y dormir, solo que allí nos podíamos quedar cinco días.


Al ver mi cara de preocupación, mi mamá me tranquilizó y me dijo que todo iba a estar bien, que algún día iba a tener la oportunidad de estudiar y ser lo que yo quiera, así que agradezca esta oportunidad que nos da la vida.


Por fin terminaba este largo día, mi papá fue el primero en dormirse, necesitaba descansar porque al otro día tendría que salir a buscar trabajo y dejar sus papeles en la oficina de colocación. Pasaron unas tres semanas cuando mi papá logro conseguir trabajo, así que pudimos continuar viviendo en el conventillo.


En el trascurso de los días me di cuenta que no estábamos tan mal, en el conventillo vivíamos con personas de lenguas diferentes, pero en su mayoría eran italianas como nosotros.


Cuando regresaban los hombres del trabajo, nos juntábamos todas las familias en el patio y recordábamos nuestra amada Italia cantando “Mamma mia dammi cento lire”, tomando vino y  tocando instrumentos como violines, pianos, órganos, acordeones y panderetas.


Muchos se ponían a bailar la tarantela y las mujeres con sus bellos vestidos, pelo largo, con sus zapatos todos desgastados de tanto uso y delantales, bailaban  flamenco. Los hombres que las sacaban a bailar, tenían unos bigotes grandes, algunos con camisas, sacos, pantalones, y zapatos, estaban todos sucios por los trabajos que hacían. 


Puedo pasar un largo tiempo admirando como bailan, hasta que mi mama me llama a comer. Ella prepara la comida todas las noches en nuestra habitación porque tenemos un calentador a aceite cerca de la puerta para que los olores salgan hacia el patio y no queden en nuestra habitación. Mi comida favorita son las albóndigas de carne, pero hace muchas cosas ricas como las pastas y la pizza.   


Lo más difícil de vivir acá son las largas colas que tenemos que hacer para ir al baño. Tanto el retrete como el lavabo son comunes a todas las personas que vivimos en este conventillo así que tenemos que armarnos de paciencia cada vez que lo tenemos que utilizar.


A mí y a mis amigos nos gustaba salir del conventillo para hacernos un poco de plata, ya que nos pagan por acompañar a alguna señorita cuando salía a las calles. Te podes meter en graves problemas si faltabas a alguna norma, si vos estabas enamorado de alguna muchacha y querías entablar relaciones amorosas, debías componer un soneto u otro género literario y tenías que entregárselo a la prensa  y ponerle el nombre y apellido. En este continente muchas de las cosas se ve que son muy diferentes.


FUENTES: Historia Visual Argentina, La inmigración;


Luego de leer el relato, haremos las siguientes preguntas:


¿Qué pasó cuando llegaron desembarcaron en Argentina? ¿Quiénes lo recibieron?

¿Cuál era el trabajo del papá?

¿Adónde vivían?

¿Cómo era la vida en el Conventillo?

¿cuáles son los sitios que comparten los habitantes del conventillo?

 ¿Cuáles son los lugares de la vivienda donde pueden producirse problemas entre los inquilinos? ¿Por qué?

¿Qué hacen los hombres cuando llegan del trabajo?